VIDA Y OBRA DEL GENERAL FRANCISCO DE PAULA
SANTANDER
“EL HOMBRE DE LAS LEYES”
El ilustre Rosariense, el más preclaro republicano y héroe granadino, que trabajo largos años de su vida para forjar la nacionalidad Colombiana y construir libertad donde antes reinaba la esclavitud, Me llena de pletórica satisfacción al ver que en esta noble ciudad, existe un selecto grupo que desea conocer más sobre nuestro prócer, cuando en el consenso nacional se mantiene casi en el olvido y el culto a su memoria y a su gran obra está quedando en el ostracismo.
Ante este culto auditorio, quiero iniciar, remitiéndome a una síntesis de sus memorias, para luego hacer un recorrido por su vida y obra, muy acertadamente dijo:
“yo he obtenido en mi patria y por largos años, diferentes destinos públicos: he sido oficial y jefe, vencedor y vencido; he sido vicepresidente de Cundinamarca y Colombia. Con ejercicio del gobierno convencional en Ocaña y presidente de la Republica de la Nueva Granada; he ocupado el solio y pasado por juicio criminal, he sufrido prisiones y destierro, he merecido muchas elecciones populares y conforme a las leyes del país, he recorrido las épocas más difíciles y espinosas. He tenido relaciones con los personajes más prominentes de esta tierra y me he acercado muchas de las naciones más cultas.
Gane confianza del General Bolívar y la perdí posteriormente, tuve verdaderos y falsos a amigos , hice la guerra a los españoles, participe en contiendas civiles y represente un papel principal en las disputas políticas que agitaron a Colombia; he lidiado muchos congresos, contribuido a la confección de muchas leyes puestolas en ejecución, he tratado con los primeros gobiernos del mundo, celebrando tratados, transigido diferencias graves, en fin he tenido una parte, no pequeña en todos los negocios públicos de estos países en los 27 años que cuentan de haberse emancipado de España. Tan ardua y larga carrera, empezada a la edad de 18 años y sin la preparación correspondiente; no puede menos que estar llena de faltas y defectos más o menos notables, aunque conservo la esperanza de que se notara un amor decidido por la independencia y libertad de mi patria, una consagración ilimitada a sus servicios, una fidelidad a toda prueba a mis promesas y juramentos. Me juzgaran el mundo actual y la posteridad, pero no por hechos aislados, ni por acciones inconexas ente sí; sino por el conjunto de toda mi vida pública, teniendo en cuenta las circunstancias en que en cada acto me obligaron a tomar partido.
No puedo inhibirme al juicio de la historia, ni la pretendo tampoco!!
De su brillante pluma de Jurista y de su mente brillante, salió esta síntesis de su vida, y en ella nos deja el más bello ejemplo de honestidad y reconocimiento, no solo a sus buenas actuaciones sino también de las falencias que como humano pudiera haber cometido, pero recalcando que toda su existencia y sus actos tuvieron como única finalidad el bien de la patria y el fiel complimiento de las leyes.
Con este preámbulo, que también hubiera podido ser utilizado como epilogo de esta disertación, pasamos ahora a recrear nuestro intelecto y ansias de conocer al prócer, por un amplio recorrido de su vida, pero haciendo antes un breve rencuentro de sus más antiguos orígenes genealógicos.
EUROPA
Se remontan estos a la bella región del Norte de de la Península Ibérica provincia de Santander a orillas del mar cantábrico, de ella vino a la nueva Granada en el siglo XVII, el capitán Francisco Martínez de Ribamontan, nombrado por el Rey Felipe III, como gobernador de Santa Marta. Personaje de carácter enérgico y autoritario, combatió los abusos de los conquistadores y encomenderos, fue un gran militar y de allí se deriva ancestralmente la firmeza y el valor de nuestro héroe.
En Santa Marta se caso con una joven de alcurnia de apellido Rojas, de cuya unión hubo siete hijos, quienes resolvieron que su apellido “Martínez de Ribamontan y Rojas, se acortaran y utilizaran solo “Santander y Rojas, por su origen. Uno de ellos, Don Ignacio, se estableció en San Cristóbal, Estado Táchira de Venezuela y dio origen al apellido en la zona de la actual frontera Colombo-Venezolana.
De ancestro hidalgo que se remonta por la parte peninsular al Rey Alfonso V de Asturias (999 -1027) y al Cid campeador de España (1074), y por la parte indígena a la cacica de Suba Ana Sáenz (1550), nació en su casa paterna “de teja con su altillo a la esquina”, en la Villa del Rosario de Cúcuta, el 2 de Abril de 1792, y fue bautizado en la iglesia de Santa Ana, como consta en la partida del libro 1°, folio 140 del archivo parroquial que dice:
“Franco, Jph de Paula. Abril trece de mil. Septs. Noventa y dos.
Yo el infrafirmado tte. De cura baptise y puse oleo y chisma a un
parbulo nombrado Franco. Josej de Paula, hijo lexitimo de Dn.
Juan Agustin Santander y da Manuela Omaña y fueron padrinos
Dn. Bartolome Concha. Y Da . Salome Concha 1° que certifico y firmo.
Manl. Franco de Lara.
Su infancia transcurrió en el goce de una numerosa parentela en el ambiente familiar, colonial y tropical de los valles cucuteños, con el ejemplo de gobernante, litigante , hacendado, cacaotero y esclavista que tuvo su padre tanto en san Faustino como en las villas de San José, El Rosario, San Antonio y San Cristóbal. Paso su niñes divertido en las faenas de riego de las plantaciones de cacao y vid contiguas a su casa natal, en la cría de ganados y arreglo de bestias, bandeando los ríos Táchira y el pamplonita y participando en la apacible vida parroquial de la Villa del Rosario de Cúcuta y rasgueando la Guitarra.
EDUCACION
Aprendió las primeras letras en la escuela Doña Barbará Josefa Chávez en la Villa del Rosario, “maestra antigua” eternamente ceñuda, severísima con sus discípulos, y menos inclinada al estimulo que al castigo del aquellos”.
A la edad de trece años (1805), partió de su tierra natal para ir a estudiar becado al Colegio Real Mayor y seminario de san Bartolomé en Santa Fe , capital del Nuevo Reino de Granada, ciudad donde vivía con su tío materno el canónico Nicolás Mauricio de Omaña quien entonces era un cura Decano de la Iglesia Catedral, profesor de San Bartolomé y abogado de la Real Audiencia de dicha Capital.
Santander estudio derecho en San Bartolomé, fue discípulo de sabios profesores de su época que llegaron después a ser próceres de la independencia y tuvo como compañeros de estudio a muchos jóvenes que como él, llegaron a ser figuras de la patria.
Se infiere que para enero de 5 de 1808 visito su tierra natal del Rosario en compañía de su tío Nicolás Mauricio, con ocasión de la enfermedad y otorgamiento de testamento de su padre don Juan Agustín Santander y del testamento de su abuela materna doña Juana Lucia Rodríguez, después de lo cual regreso a Santa Fe para continuar sus estudios. Su padre murió en la villa del Rosario el 16 de Julio de 1.808.
COLEGIO SAN BARTOLOME
El 11 de julio de 1810 sostuvo en San Bartolomé un certamen publico o examen sobre derecho procesal para recibir su título de abogado, que no alcanzo a recibir ya que el memorable 20 de Julio de ese año lo sorprendido en Santa Fe donde participo activamente y presto aquel día y en los siguientes aquella cooperación que “cabía en mi edad de diez y ocho años y como estudiante” según sus propias palabras.
Mientras Santander participaba en la revolución del 20 de Julio de 1810,en la plaza Mayor de Santa Fe, como “ chispero”, su tio Nicolás Mauricio de Omaña y su paisano Fruto Joaquín Gutiérrez de caviedes ejercían funciones próceres en el seno del Cabildo y de la junta suprema de la capital y firmaban el Acta de Independencia de aquella fecha famosa, en compañía de otros próceres como Camilo Torres, José Acevedo y Gómez, Joaquín Camacho y el padre Antonio Ignacio Gallardo, su paisano Pamplonés, Rector entonces del colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, y hermano de los Gallardo que acababan de derrotar en Pamplona al corregidor Juan Batus y Faya en la tarde del 4 de Julio inmediatamente anterior.
PRIMERAS ARMAS
Inicio la carrera de armas a partir del 20 de Julio de 1810 como abanderado en la plana mayor del batallón de infantería “Guardias Nacionales” de Santa Fe , y del cual era comandante el coronel Antonio Baraya. Tomo entonces partido a favor del “Federalismo”. Participo con Baraya como subteniente en la “expedición del norte de 1811” y en la campaña sobre Santa Fe de 1812 que culmino en el ataque a esta ciudad, en el cual fue herido y apresado cuando mandaba una compañía.
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